No te
inquietes, colega, el Barça va a seguir jugando la liga. El Rey ya ha hablado,
evidentemente anunciando las intenciones del gobierno. Es de suponer que sigue
su dictado. Así debería ser, al menos. Y las intenciones han quedado claras:
mano dura.
Aguardan a que los ánimos se calmen y la gente tenga que volver
al trabajo y a recoger a sus niños al cole. En ese momento, cuando en la calle
solo queden los más exaltados, los de las CUP y esa gente, los grises o los del
color que vistan ahora van a repartir estopa a saco. Y algunos que estos días
andaban por las manis aún se lo agradecerán, pues los malditos cortes de
tráfico los retrasan en sus idas y venidas al curro. También irán a por el
Govern y altos cargos de la administración catalana. Al trullo. Suspenden la
autonomía y convocan elecciones.
Al PP
se la trae al pairo el resultado de unas elecciones en Cataluña. No se juega
absolutamente nada. Como si el bloque soberanista obtiene el 174% de los
escaños. Que no lo hará, claro. Se la sopla. Bordearán las normas básicas del
Estado de Derecho, como han hecho el domingo del referendo y días previos. Pero
eso a quien le importa con tal de garantizar la sagrada unidad de la Patria. Y
de aumentar la saca de votos en Madrid, Galicia y Extremadura, claro. Que no
solo de vino vive el hombre.
Mira,
una independencia unilateral no se consigue repartiendo rosas sino palos. Y
cosas mucho peores. Para que puedas repartir palos a espuertas o para que
tengan miedo a dártelos a ti, que tanto monta, necesitas ayuda externa. Del
primo de Zumosol, a ser posible. Como Cuba en su día o Crimea, Croacia o Bosnia
más recientemente. Dudo mucho que los independentistas la vayan a recibir.
Bueno, no lo dudo, estoy seguro.
Además
hay que estar dispuesto a jugársela. Y las cosa no están tan mal para que los
independentistas se jueguen el tipo. Otro gallo cantaría si Europa no le
hubiese sacado las castañas del fuego al Estado español. Entonces hubiésemos quebrado y la independencia podría haber resultado potencialmente
muy beneficiosa para muchos. Como te lo diría, si eres un funcionario y vas a
dejar de cobrar todos los meses porque el Estado español está en quiebra, a lo
mejor puedes pensar que un Estado catalán te pagará la nómina puntualmente a
comienzos de mes. ¡Ah, coño! Entonces sí ¿Dónde hay que repartir mamporrazos
que me apunto? Pero lo peor de la crisis económica ya ha pasado y con ello la
única oportunidad de que los independentistas lograsen sus fines. Ya sé que la
extrema izquierda berrea por ahí la rebelión y el fin del régimen del 78, pero
que van a decir.
Poco a
poco buena parte de la población y los nuevos líderes de la derecha
nacionalista que sustituyan a los inhabilitados o a los que jueguen al ajedrez
en la Modelo irán olvidando el asunto de la independencia. Persistir en el
órdago de la independencia unilateral es demasiado costoso para todos, que hay
que comprarle el nuevo iphone a los chavalines y siendo conseller de obrar públicas se vive del carajo y se mangonea que no
veas. Así, suavecito, luego de unos buenos porrazos y unas amables pelotas de
goma, las aguas retornarán a su cauce. Y así hasta otra. Pero para entonces
todos calvos. Bueno, por el medio, muchos independentistas volverán a ser solo
nacionalistas moderados y negociarán con el gobierno, de izquierdas
probablemente, un cambio en la inserción de Cataluña en el Estado. Con lo cual,
al final llegamos a donde podríamos haber llegado mucho antes y, sobre todo,
con mucho menos alboroto. Pero así son las cosas.
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