13.10.17

La secesión de Nueva Castilla: lecciones para el presente


Tras la captura de Atahualpa por los hombres de Pizarro se inicia la verdadera conquista del imperio inca. Los españoles todavía tendrían que enfrentarse a la resistencia de los ejércitos de Atahualpa pero ya nadie los detendría. Pizarro gestionó con gran astucia el cautiverio de Atahualpa para sacarle todo el botín que pudiera y al mismo tiempo no provocar la reacción de los generales del dios sol que mantenían su numeroso ejército a no mucha distancia. Tras ocho meses de cautiverio Pizarro juzga y ejecuta a Atahualpa acusándolo del asesinato de su hermano Huáscar. Después vendrá la conquista y saqueo de Cuzco y la muerte de Diego de Almagro. Los enfrentamientos entre los españoles fueron frecuentes y en ocasiones se conviertieron en una auténtica guerra civil. En ese contexto los partidarios de Pizarro dieron muerte a Diego de Almagro, en concreto fue su hermano Hernado Pizarro que tras sufrir cautiverio a manos de Diego de Almagro cuando este tomó Cuzco (Almagro se lo llevaba encadenado cada vez que salía de Cuzco) decidió matarlo una vez que Almagro fue derrotado y él liberado. Pero la muerte de Almagro fue un error que pagaría caro toda la familia Pizarro. Almagro había conseguido influencia en el Consejo de Indias y la corona le había otorgado títulos. Su asesinato no quedaría impune. Hernando Pizarro sufriría prisión en España por su crimen y a Francisco Pizarro le costaría la vida a manos de partidarios de Almagro. Tras la muerte de Pizarro la corona se hace con el gobierno de la colonia, no sin antes luchar contra el ejército de los partidarios de Almagro.

1542 la corona promulgó la llamadas Leyes Nuevas que pretendían mejorar las condiciones de los indígenas de la América española, fundamentalmente a través de la revisión del sistema de la encomienda y ofreciendo una serie de derechos a los indígenas. La encomienda era el contrato feudal por el que se regían las relaciones de los colonos y el señor que les otorgaba la tierra, es decir el conquistador. Cada conquistador tenía sus encomiendas y en ellas trabajaban los indígenas normalmete en régimen de exclavitud. La reforma que promulgó la corona tuvo consecuencias calamitosas tanto para los colonos como la propia corona. 

La rebelión comenzó liderada por Gonzalo Pizarro el menor de los hermanos de Francisco Pizarro. Gonzalo se alzó en armas en Cuzco y fue proclamado procurador general del Perú y representante de los encomenderos de la colonia que no aceptaban la reforma. Gonzalo hizo llamar a Francisco de Carbajal un viejo soldado vasco de 80 años que se había labrado una reputación de buen militar y de gran crueldad. Carbajal dirigirá el ejército que convertirá a la colonia en un estado soberano independiente de la corona española. 

Las filas del ejército rebelde las formarán los colonos, los mercaderes, los artesanos y los miembros de las órdenes religiosas que perderían sus encomiendas, además de muchos veteranos de la conquista que temían perder sus medios de vida. Además, contaría con el apoyo de lo que quedaba de la dinastía inca, el principe Paullu, que le proporcionó 20.000 indígenas. Uno de los ejércitos más grandes que se habían visto por allí. Con este ejército marcharon sobre Lima y la mañana del 28 de octubre de 1544 Gonzalo Pizarro fue nombrado caudillo del Perú. Uno a uno los obispos de Lima, Quito y Cuzco reconocieron su autoridad, seguidos por los jueces y los oficiales de la corona y el mayor de Lima. Esa mañana la colonia renunció al virrey y a España. Fue la primera vez que algo así ocurría en una colonia americana. Esa fue su particular DUI. Ni siquiera le cambiaron el nombre al nuevo estado, solo la independencia.

Ahora Gonzalo Pizarro tenía acceso al tesoro de la ciudad y a los ingresos de la corona. De esta forma pudo pagar a su ejército y organizar la administración de su gobierno. Esto es fundamental para que la independencia sea una realidad más allá de las declaraciones. Un estado es independiente si recauda lo necesario para gastar. Hay serias dudas de que la generalitat pueda recaudar esos ingresos. Cuando alguien quiere ser independiente y no cuenta con esa capacidad, entonces necesita del apoyo de una potencia extranjera que le deje esos ingresos para hacer efectiva la independencia. Nada de esto sucede con Cataluña.

Por supuesto Gonzalo nombró a sus amigos y socios más cercanos para el gobierno de las ciudades. Su gobierno fue bienvenido y las designaciones fueron populares. El clero con los obispos a la cabeza se adhirió al nuevo régimen, los obispos creían que finalmente recibirían la autorización de la corona para este régimen. Nada más lejos de la realidad, la corona no podía permitir un precedente como este para todas sus colonias. En la época Carlos V enfrentó rebeliones de sus súbditos tanto en Europa como en América. Era y es una cuestión de reputación: si aceptas la posibilidad de secesión otros seguirán el ejemplo.

Gonzalo Pizarro y sus leales se crecieron y atacaron Panamá destruyendo la flota de la corona y saqueando varios puertos de la costa. Al final tuvieron el control también de Panamá incluido el estratégico puerto atlántico de Nombre de Dios, cerrando así la única vía a España. La secesión de la colonia más rica y grande de América era un hecho. Francisco de Carbajal, su viejo general, le recordaba a Gonzalo Pizarro las consecuencias de lo que acababan de hacer: 

«Señor, muerto un virrey en batalla, y cortada su cabeza y puesta en la picota, y que la batalla fue contra el estandarte real de su majestad, y que antes y después ha habido tantas muertes, robos y daños como han hecho, no hay para qué ya esperar perdón del rey ni otro concierto alguno, aunque vuesa señoría dé disculpas bastantísimas, y quede más inocente que un niño de teta; ni hay para qué fiar de promesas ni de palabras, por certificadas que vengan, si no que vuesa señoría se alce y se llama rey, y la gobernación y el mando que espera de mano ajena se lo tome de la suya , y ponga corona sobre su cabeza, y reparta lo que hay vaco en la tierra por sus amigos y valedores; y lo que el rey les da temporal por dos vidas, se lo dé vuesa señoría en mayorazgo perpetuo, con título de duques, marqueses y condes, como los hay en todos los reinos del mundo, que por sustentar y defender ellos sus estados, defenderán el de vuesa señoría, y muchas veces vuelvo a decir que muera rey y no súbdito, que quien consiente estarse mal, merece estar peor.»

Ya no había vuelta atrás, una vez hecha la DUI solo se puede ir hasta el final, no hay lugar para conciertos, y todas las promesas de reforma constitucional que se hagan no son de fiar.

Los alzados estaban convencidos de que la corona no contaba con los medios y la voluntad para enviar una armada y un ejército para participar en una batalla contra un ejército poderoso al otro lado del mundo. Tampoco creían posible que la corona movilizase refuerzos de otras colonias como México o Guatemala sin el apoyo de Panamá.

Cuatro años duró la independencia. El 9 de abril de 1548, el enviado real Pedro de la Gasca enfrentó su ejército con el de Gonzalo Pizarro en las cercanías de Cuzco. Pronto se produjeron las deserciones. Uno tras otro salieron corriendo por los campos hacia el ejército de la corona arrojando sus armas. En menos de diez minutos toda la infantería había huído, Gonzalo exclamó dirigiéndose a uno de sus capitanes: Paréceme Juan, que todos me dejan y desamparan. Poco después se dirigiría a un oficial de la corona para decirle: Soy el triste y desafortunado Gonzalo Pizarro, que ha llegado a rendirse a su Majestad.

Gonzalo Pizarro y Francisco de Carbajal fueron ejecutados. Los demás corrieron la misma suerte o fueron deportados como exclavos. Los principales cabecillas fueron ahorcados y descuartizados y sus cabezas fueron colocadas en postes en cada uno de los territorios de la colonia.




Estandarte de la conquista empleado por Pizarro.

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