4.10.17

¿QUÉ VA A PASAR EN CATALUÑA?



No te inquietes, colega, el Barça va a seguir jugando la liga. El Rey ya ha hablado, evidentemente anunciando las intenciones del gobierno. Es de suponer que sigue su dictado. Así debería ser, al menos. Y las intenciones han quedado claras: mano dura.

Aguardan a que los ánimos se calmen y la gente tenga que volver al trabajo y a recoger a sus niños al cole. En ese momento, cuando en la calle solo queden los más exaltados, los de las CUP y esa gente, los grises o los del color que vistan ahora van a repartir estopa a saco. Y algunos que estos días andaban por las manis aún se lo agradecerán, pues los malditos cortes de tráfico los retrasan en sus idas y venidas al curro. También irán a por el Govern y altos cargos de la administración catalana. Al trullo. Suspenden la autonomía y convocan elecciones.

Al PP se la trae al pairo el resultado de unas elecciones en Cataluña. No se juega absolutamente nada. Como si el bloque soberanista obtiene el 174% de los escaños. Que no lo hará, claro. Se la sopla. Bordearán las normas básicas del Estado de Derecho, como han hecho el domingo del referendo y días previos. Pero eso a quien le importa con tal de garantizar la sagrada unidad de la Patria. Y de aumentar la saca de votos en Madrid, Galicia y Extremadura, claro. Que no solo de vino vive el hombre.

Mira, una independencia unilateral no se consigue repartiendo rosas sino palos. Y cosas mucho peores. Para que puedas repartir palos a espuertas o para que tengan miedo a dártelos a ti, que tanto monta, necesitas ayuda externa. Del primo de Zumosol, a ser posible. Como Cuba en su día o Crimea, Croacia o Bosnia más recientemente. Dudo mucho que los independentistas la vayan a recibir. Bueno, no lo dudo, estoy seguro.



Además hay que estar dispuesto a jugársela. Y las cosa no están tan mal para que los independentistas se jueguen el tipo. Otro gallo cantaría si Europa no le hubiese sacado las castañas del fuego al Estado español. Entonces hubiésemos quebrado y la independencia podría haber resultado potencialmente muy beneficiosa para muchos. Como te lo diría, si eres un funcionario y vas a dejar de cobrar todos los meses porque el Estado español está en quiebra, a lo mejor puedes pensar que un Estado catalán te pagará la nómina puntualmente a comienzos de mes. ¡Ah, coño! Entonces sí ¿Dónde hay que repartir mamporrazos que me apunto? Pero lo peor de la crisis económica ya ha pasado y con ello la única oportunidad de que los independentistas lograsen sus fines. Ya sé que la extrema izquierda berrea por ahí la rebelión y el fin del régimen del 78, pero que van a decir.


Poco a poco buena parte de la población y los nuevos líderes de la derecha nacionalista que sustituyan a los inhabilitados o a los que jueguen al ajedrez en la Modelo irán olvidando el asunto de la independencia. Persistir en el órdago de la independencia unilateral es demasiado costoso para todos, que hay que comprarle el nuevo iphone a los chavalines y siendo conseller de obrar públicas se vive del carajo y se mangonea que no veas. Así, suavecito, luego de unos buenos porrazos y unas amables pelotas de goma, las aguas retornarán a su cauce. Y así hasta otra. Pero para entonces todos calvos. Bueno, por el medio, muchos independentistas volverán a ser solo nacionalistas moderados y negociarán con el gobierno, de izquierdas probablemente, un cambio en la inserción de Cataluña en el Estado. Con lo cual, al final llegamos a donde podríamos haber llegado mucho antes y, sobre todo, con mucho menos alboroto. Pero así son las cosas.

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